CAPITULO I
La
justificación de la pedagogía del oprimido.
La contradicción opresores -
oprimidos, su superación.
La situación concreta de opresión y
los oprimidos.
Nadie libera a nadie, ni nadie se
libera sólo. Los hombres se liberan en comunión
Freire
sustenta una pedagogía en la que el individuo aprenda a cultivarse a través de
situaciones de la vida cotidiana que él vive, misma que aporta experiencias
útiles para generar situaciones de aprendizaje.
No se trata de una
pedagogía para el oprimido, por el contrario, de él; el sujeto debe construir
su realidad a través de las circunstancias que generan el devenir cotidiano.
Los textos que el individuo construye le permiten reflexionar y analizar el
mundo en que vive, pero no para adaptarse a él, sino para reformarlo.
El método de aprendizaje
de Paulo Freire no es simplemente de reproducir las palabras ya existentes, sino
que éstas se crean y le permiten hacer conciencia de la realidad para luchar
por su emancipación, puesto que algunos adquieren una conciencia ingenua en la
que se dan cuenta de su situación, sin embargo no se esfuerzan por modificarla,
se sitúan en una actitud conformista al considerarla como algo normal, incluso
suelen adherirse a ella. Otros individuos construyen su realidad y se liberan
de la opresión pero extrañamente se convierten en el polo contra el que
luchaban.
El individuo que
reflexiona se va formando a sí mismo en su interior y crea su conciencia de
lucha por transformar la realidad y liberarse de la opresión que lo ha
insertado la pedagogía que tradicionalmente hemos considerado, de la misma
manera, cuando se adquiere una forma nueva de pensar, su concepción del status
social que guarda contribuye a modificarlo, pero no es necesariamente una
concepción materialista sino cognitiva, cuya trascendencia se manifiesta en la
liberación de la opresión que se encuentra en el interior de la conciencia del
individuo justificando su presencia.
CAPITULO II
La concepción
"bancaria" de la educación como instrumento de opresión. Sus
supuestos. Su crítica.
La concepción problematizadora de la
educación y la liberación. Sus supuestos.
La concepción "bancaria" de
la educación y la contradicción educador - educando.
La concepción problematizadora y la
superación de la contradicción educador - educando: Nadie educa a nadie - nadie
se educa a sí mismo -, los hombres se educan entre sí con la mediación del
mundo.
El hombre como ser inconcluso y
consciente de su inconclusión y su permanente movimiento tras la búsqueda de
SER MÁS.
Una característica
actual de la educación es la narración y memorización excesiva que se presentan
en las aulas, pero no se analiza la esencia de ello, por ejemplo: 1945 marca el
fin de la Segunda Guerra Mundial, pero se desconoce cómo este hecho influyó en
nuestras vidas y las relaciones que establecemos en lo cotidiano, por el
contrario, simplemente se retiene la fecha. Esta situación, Freire la concibe
como si los alumnos fueran unos recipientes en los cuales se depositan los
conocimientos, así, el maestro es un depositario y los conocimientos son los
depósitos que realiza cotidianamente. La concepción bancaria de la educación
pretende transformar la mente de los individuos para que se adapten mejor a las
situaciones reales y así poder dominarlos con mayor facilidad. Cuando más
pasivos sean, proporcionalmente se adaptarán, por lo tanto, se disminuye su
creatividad, estimulan la inocencia, lo cual crea las condiciones para que los
opresores surjan como sujetos generosos.
Cuando el individuo no
lucha por sus intereses y su emancipación cultural y social, parece como si
hubiera perdido el amor por la vida, tal necrofilia es la situación que ha
predominado reiterado con la educación que se imparte en las escuelas, sin
embargo la pedagogía que propone Freire es opuesta a lo anterior, sugiere que
el individuo adquiera la biofilia a través del cultivo del ser, estando con el
mundo y no en el mundo, lo cual se alcanza a través de la liberación, para ello
se requiere que la educación deje de ser alienante y mecanicista.
La educación liberadora
en el individuo tiene que ser un acto cognitivo en el que se comprenda y
analice el contenido, superando la división existente entre el maestro y el
alumno; dejar de lado la relación unidireccional para que la bidireccionalidad
contribuya a la educación integral de ambos, puesto que los dos tienen
elementos que aportar para la enseñanza, de lo contrario si se pierde el
sentido axiológico mutuo, sólo se convierte en un acto memorístico específico.
El papel del educador reside en la problematización del mundo próximo al
oprimido, crear las condiciones apropiadas para que el aprendizaje desarrolle
nuevas expectativas avanzando más allá de la “doxa” hasta alcanzar el nivel de
“logos” a fin de alcanzar un carácter auténticamente reflexivo y descubrir su
propia realidad, provocando nuevos desafíos hacia la autoconstrucción del mundo
en que tengan participación real y directa sobre las acciones que emprenden. Lo
anterior requiere de problematizar al propio hombre sin influir en su
aprendizaje a través de experiencias artificiales.
CAPITULO III
La
dialogicidad: esencia de la educación como práctica de la libertad.
Dialogicidad y diálogo.
El diálogo empieza en la búsqueda del
contenido programático.
Las relaciones hombre mundo "los
temas generadores" y el contenido programático de la educación.
La investigación de los temas
generadores y su metodología.
La significación concienciadora de la
investigación de los temas generadores.
Los momentos de la investigación
Algunas
personas que se sienten líderes y acuden a las masas para establecer diálogos
con ellos, sin embargo no manifiestan los intereses del pueblo sino los suyos,
por lo tanto sólo los adaptan a nueva forma de vida sin que se atienda a sus
demandas históricas, sería caer relativamente en el pensamiento ingenuo que se
adapta a las condiciones sin que se construya una distinta y apropiada que es
lo que demanda el pensamiento crítico; donde se construyan espacios que
ofrezcan las oportunidades de superación y liberación a través de la actuación
cognitivo.
Es importante establecer
diálogo con el pueblo, pero ello implica emplear un lenguaje similar al de las
costumbres del individuo para que exista esta interacción es necesario
integrarse a la vida del hombre, investigar su lenguaje, su actividad y
pensamiento; posteriormente, a través de la educación problematizadora estos
elementos se conjugan para generar conocimiento, puesto que los temas de
aprendizaje no es necesario acudir a otros espacios ajenos para encontrarlos,
éstos se encuentran en la realidad que rodea al individuo, sólo que están
envueltos por las "situaciones límite" que los opresores generan,
pero se pueden desaparecer por medio de la educación que el maestro
problematizador propicie, partiendo de lo general hacia lo particular.
CAPITULO IV
La
antidialogicidad y dialogicidad como matrices de teorías de acción cultural
antagónicas: la primera sirve a la opresión y la segunda, a la liberación:
La teoría de acción antidialógica y
sus características:
- La conquista - La división - La
manipulación - La invasión cultural La teoría de acción dialógica y sus características - La colaboración - La unión - La organización -
La síntesis cultural
El
opresor hace uso de la antidialogicidad para mantener su status quo a través de
diversos medios, por ello, es importante conquistar a los oprimidos con el
diálogo concreto repetidamente, convirtiéndose este acto en una acción
necrofilia, incluso algunos opresores hacen uso de otros instrumentos
ideológicos para conseguir su conquista.
Por otra parte, los
opresores buscan evitar la unión dialógica con el mismo objetivo anteriormente
expuesto, en sus discursos implícitos advierten lo peligroso que podría ser
mantener la "paz social" cuando a los oprimidos se les habla de los
conceptos de unión, organización, entre otros. Entre sus actividades principales
está el debilitarlo a través de la alienación con la idea de que se dividan
entre ellos y así mantener las cosas estables. Ante sus adversarios aparecen
como los únicos que pueden crear la armonía necesaria para vivir, sin embargo
ésta sirve para dividir; si algún individuo decide emprender una lucha
liberadora, es desacreditado, incluyéndolo en la "lista negra",
evitando de esta manera la realización, antecedente obligatorio para la
liberación.
Cuando hay la invasión
cultural, las relaciones padre - hijo se modifican para beneficio de los
opresores quienes suponen que deben educar al pueblo, por el contrario éste
debe educarse en comunión; lo que parece más cruel aún es que cuando un
individuo oprimido intenta liberarse y lucha porque sus iguales lo hagan
paralelamente se les clasifica negativamente; para lo opresores parece
imposible escuchar las inquietudes del pueblo como si ellos no fueran capaces de
pensar. Esta característica implica una visión concéntrica de la realidad.
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