domingo, 25 de octubre de 2015

La escuela activa y los modelos autoestructurantes


A finales del siglo XIX, factores históricos, científicos y sociales, produjeron una profunda revolución en la concepción pedagógica, que condujo a la aparición de la Escuela Activa. Hechos como la Revolución Francesa y el darwinismo y los avances de la psicología del niño, fueron las corrientes científicas que nutrieron la Escuela Nueva llamada también Escuela Activa.
Desde la pedagogía, es Comenius, en su obra “Didáctica Magna” (1657), quién iniciará el tránsito hacia la acción y reivindicación de lo natural en la enseñanza. Pero, será el "Emilio" de Rousseau el texto que más se acerca al ideario de la Escuela Activa porque en él se enfrenta al autoritarismo, al intelectualismo y a la desnaturalización de la Escuela Tradicional y proclama el principio del crecimiento espontáneo y natural del niño y la necesidad de concebirlo como un ser independiente y no como un adulto en miniatura. Rousseau propende por una enseñanza experimental y por reconocer la capacidad del niño de generar la capacidad de su propio desarrollo. (De Zubiría, 2006).
En Colombia, el principal representante de la Escuela Activa, será don Agustín Nieto Caballero fundador del Gimnasio Moderno (1914), institución que fue pionera en América Latina en la implementación de este enfoque pedagógico. Utilizó, principalmente, las ideas de Montessori y Decroly
La Escuela Activa explica el aprendizaje desde el activismo, se “aprende haciendo” afirma Decroly, el conocimiento será efectivo en la medida en que se base en la experiencia; la escuela debe crear condiciones para facilitar la manipulación y la experimentación por parte de los estudiantes. El niño pasa a ser el centro de los procesos educativos, y tanto los programas como los métodos tendrán que partir de sus necesidades, motivaciones e intereses.

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