martes, 22 de septiembre de 2015

La Pedagogía, fuente de reflexión y polémica

Existen dos dimensiones entre las cuales parece desenvolverse la clase tradicional, una, la relación con el saber, con los contenidos, caracterizada por la búsqueda de procedimientos pertinentes para fijar los conocimientos. Se podría plantear allí una preocupación legítima por facilitar el diálogo entre profesores de diversas disciplinas y un interés en formar a los docentes en la enseñanza de su disciplina específica. De otro lado, la clase estaría llamada a convertirse en el campo de investigación por excelencia para poder desentrañar los valores que se forjan a través del proceso educativo, los fines y los medios para acceder a la enseñanza y al aprendizaje.
De este primer intento por esclarecer la función de la pedagogía en contraste con la didáctica, surge el interrogante por el "método", como propuesta compleja que se introduce en el aula. Al respecto, Philippe Meirieu aporta elementos que se constituirían en factores esenciales para orientar la acción del docente, por fuera de los contenidos, pero anclados en el proceso de aprender. Interrogantes como la evaluación, el manejo del tiempo, la disposición de los recursos físicos en el salón de clase, la proxémica de los estudiantes para establecer diálogos o acciones grupales, en fin, todo aquello que daría cuenta de unas finalidades definidas en función de un proyecto pedagógico, de una relación con el saber y con el poder, aspectos que no se evidencian automáticamente, ya que el hecho de asignar las finalidades no presupone los métodos para lograrlas, por lo tanto, de acuerdo con el perfil de hombre y de sociedad que se quiera formar y promover se estarían generando permanentemente los métodos para alcanzar dicho perfil.
En la perspectiva de Zambrano, en el caso de Francia para el momento actual, los conceptos de pedagogía y didáctica se han fortalecido y gozan de un estatuto de identidad por el hecho de haberse separado de las ciencias sociales y sicológicas que los han influenciado. Han aparecido también al interior de estos conceptos, otros paradigmas que pueden explicar el hecho educativo y las relaciones entre los sujetos que en él participan. Este es el resultado de intensos debates que se vivieron en los últimos años entre pedagogos
y representantes de las ciencias humanas , como la filosofía , especialmente a comienzos de los años noventa. Los resultados de estas defensas del campo pedagógico en el contexto francés llegan a nuestro país con un evidente desfase, en razón de que su difusión se realiza de manera particular por aquellos que han tenido la posibilidad de compartir con sus protagonistas, con ocasión de pasantías o de estudios de posgrado o doctorado en Francia. Un ejemplo lo constituye el profesor Armando Zambrano de la Universidad el Valle, quien, con ocasión de sus estudios de doctorado en la Universidad Lyon , vivió de primera mano las inquietudes y el influjo de las ideas del profesor Meirieu, construyendo un lazo intelectual y afectivo del cual nos beneficiamos para la realización de este trabajo de investigación. Así mismo, la presencia de los profesores Michel Develay y Philippe Meirieu en instituciones universitarias de la ciudad de Bogotá, es evidencia de un interés manifiesto por parte de nuestros intelectuales por abrir las fronteras y establecer contactos directos con los protagonistas contemporáneos de la reflexión pedagógica a nivel internacional. Ello constituye un rasgo positivo para nuestra cultura pedagógica.

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